lunes, 14 de septiembre de 2015

Presentación e intenciones.

En el mundo, en esencia y de forma simplista, hay dos tipos de personas. Quienes están a favor del progreso humano y quien no. Si, ya se que entre esos dos abismos hay inumerables vericuetos y raices y mezclas y un montón de variables.

Pero entre quien no está a favor del progreso humano, entre quien siempre saca el lado más reaccionario y más conservador del género humano. Sin duda la más fascinante de estas criaturas es el Facha español. Desconozco si la idiosincracia de otras personas o de derechas variarán en otro país o cultura, aunque algo me dice que será bastante poco. Como dice el refrán, las buenas yuntas, Dios las cría y ellas se juntan.

No obstante el Facha ibérico es un ser en esencia carpetovetónico y como ya relataba mi lejano pariente Luis Carandell en Celtiberia Show, responde a una serie de características únicas en todo el mundo que le hace al Facha español portador de unos atributos que los distingue del resto de personas conservadoras del mundo.

En especial, el Facha presenta tres grandes actitudes ante la vida, siendo estas las siguientes.

1º) Tener hambre. Un buen Facha siempre tiene hambre. Dispuesto a devorar las deliciosas comidas tradicionales de la Península Ibérica y de España, un Facha es por tanto un ser hambriento. Se distingue especialmente por el sagrado ritual de beber una buena copa de vino tinto, por supuesto de una cosecha patria y cortar unas cuantas lonchas de queso curado y desgustarlas a la salud del Caudillo Francisco Franco, de José María Aznar o de los buenos españoles y las españolas guapas. Ocasionalmente, si se encuentran especialmente irónicos o graciosos lo harán en honor de los perroflautas, palabra comodín que sirve para denominar un amplio conjunto de personas de todo tipo e ideología. A pesar del queso curado y del vino tinto, un buen Facha disfrutará de deliciosos cortes de carne de la mejor calidad cocinada a la brasa, de cochinillo y cordero asado, de jamón ibérico y toda suerte de chacinas y embutidos de origen patrio. Sin olvidar comidas más humildes, pero no por ello menos patriotas como por ejemplo la tortilla ESPAÑOLA o un buen plato de calamares, estas dos delicias culinarias también se pueden disfrutar en bocadillo, de forma que sea más fácil de transportar y así disfrutar de un nutritivo y sano alimento español. No obstante, a pesar de tener un gusto excelente hacia los manjares de España, mirarán con odio, sorna y recelo a comidas de otras culturas. Ya que el sushi que a ellos les gusta es el jamón ibérico, rechazarán el delicioso pescado crudo japonés. Así mismo mirarán con recelo la comida rápida de otros lugares del mundo o incluso los platos elaborados, como si eso fuera cosas de gente que no tiene ni puta idea de lo que es comer. No obstante en el apartado de bebidas alcohólicas, si admiten gustosos la influencia extranjera y beberán Gin Tonic como cualquier hipster promedio o un buen whisky añejo, siempre como digestivo para bajar la comida o como un refrigerio previo a visitar los bares de señoritas donde harán las cosas que no pueden hacer con su mujer, madre de sus hijos.

2º) Estar enfadados. Un buen Facha solo considera que su modo de vida es correcto. El Facha es católico y va a misa, y si resulta que no es creyente pues se calla y no molesta. Un Facha es hetero y macho. Y si no lo es, lleva esas cosas en casa, no a la vista de todo el mundo para que los niños se traumaticen. Los Fachas miran con miedo a esa horda de rojos, a esos que han dejado que los moros tengan una mezquita y que por supuesto los rojos perroflautas no tienen huevos de meterse con ellos. Y eso le hace enfadar, porqué su familia tradicional se desmorona, porqué le van a quitar su derecho a ser políticamente incorrecto y su derecho a la libertad de expresión. Un Facha piensa que con el Caudillo había Libertad, pero no Libertinaje. Claro que su concepto de libertad es poder odiar libremente todo lo que no le gusta, y libertinaje es cuando la gente realiza lo que no le gusta. Por eso los fachas siempre están enfadados. 

3º) Estar alerta. Un buen Facha siempre está alerta. Ya sea por señalar la falta de un rojo que disfruta de comer un bocadillo de jamón ibérico o de la feminazi que le dice que tiene los ojos en la cara y no en las tetas. Un facha sabe la verdad, sabe que los masones y los políticamente correctos están llenando esto de moros y sudacas y feminazis para destruir la raza blanca. Se encuentran en peligro, los rojos olvidarán al Cid Campeador y a Blas de Lezo y las clases de Historia será pedir perdón a los gitanos por impedirles robar ¡Un Desastre! Eso lleva a que los Fachas estén alerta y vigilantes. Ya sea contra zETAparo y su complot del 11M para destruir España y meter a ETA en las instituciones, ya sea contra cualquier persona que no tenga el mismo sentimiento de pertenencia a una nación. El Facha estará alerta y vigilante contra el genocidio blanco que perpetuan los judios, o los palestinos o quien sea. Debido a que para un facha anti racista significa racismo antiblanco. Y por qué a ver si aquí estamos mal, para que ayudar a los de fuera, primero cuando aquí se esté bien y luego ya si eso, que los moros pasan de acoger refugiados. Eso si, antes de eso las familias desahuciadas y las personas en paro solo son vagos que quieren parasitar el dinero que el Estado les obliga a pagar de los impuestos, que está todo lleno de rojos.


Y tras esta disertación, la intención de este blog, recuperando el noble hacer de Celtiberia Show, será recopilar las imágenes más fachas y comentarlas. 

¡Un abrazo patriotas!